jueves, 20 de diciembre de 2012

Juana de Arco, general, bruja y santa


La historia de Juana de Arco (1412 - 1431), la Pucelle (la doncella), aunque oculta en parte por la bruma del tiempo y la leyenda, es una de aquéllas historias en que el sincero valor e idealismo parecen desafiar y vencer la lógica y la realidad, por lo cual ella se ha convertido en uno de los personajes más populares de la Edad Media.
¿Qué podemos saber con razonable seguridad acerca de Juana? Las principales y más antiguas fuentes que poseemos son:
1) Las actas del juicio contra Juana en Ruan, que culminó con su condena a muerte: cuando se celebró el juicio los notarios redactaron en francés las minutas de las declaraciones: actualmente los originales se han perdido pero subsisten dos copias parciales (el Ms 518 en la Bibliothèque Municipale d'Orléans y el Ms. lat. 8838 en la Bibliothèque Nationale). Poco tiempo después de acabado el juicio el juez Thomas de Courcelles las tradujo al latín y se redactaron cinco copias (no todas idénticas), de las cuales actualmente se conservan tres de estas copias en París (Ms 1119 en la Bibliothèque de la Chambre des Députés; Ms. lat. 5965 y Ms. lat. 5966 en la Bibliothèque Nationale). Estas copias fueron hechas como parte de una ofensiva diplomática para justificar al rey de Inglaterra ante el resto de Europa, que había seguido con admiración las hazañas de Juana. Naturalmente estos documentos deben ser leídos teniendo en cuenta la mala fe de los jueces y su deseo de desacreditar y condenar a Juana a toda costa, y sin embargo en sus respuestas no pueden ocultar su gran personalidad.


Juana cabalgando ante los muros de Orleans, en Les Vies des Femmes Célebres (Ms 17, en el Musée Dobrée de Nantes), escrito (1504) por Antoine Dufour e iluminado (1505) por Jean Pichore, fol. 76 vo. En el estandarte de Juana se lee: "En nom de Dieu".

2) Las actas del juicio de anulación, es decir, el proceso de rehabilitación de Juana de Arco, que fueron escritas en latín y del cual sobreviven dos manuscritos originales: el Ms 5970 en la Bibliothèque Nationale de Paris (completo) y el Stowe 84 de la British Library en Londres. Aunque siempre hubieron partidarios de la inocencia de Juana, la idea de una rehabilitación legal sólo empezó a gestarse en 1450 cuando la victoria se había inclinado decisivamente para los intereses de Carlos VII. La idea fue retomada en 1452 por el legado papal Guillaume d'Estouteville. Pero fue la llegada al papado del valenciano Calixto III lo que finalmente permitió que en 1455 empezase este proceso. Durante varios meses el tribunal recogió documentos y escuchó a 150 testigos, tras lo cual dictaminó la nulidad de la condena, pero no se pronunció sobre su santidad ni impuso castigos a los jueces que aún vivían.
3) Las cartas que dictó Juana (ella no sabía leer ni escribir) fueron numerosas; de ellas nos han llegado cinco originales (tres firmadas por Juana), seis copias y el resto de modo indirecto o fragmentario.
4) La biografía de autor anónimo, que inicia con la frase "Cy commence le Livre de la Pucelle", que a veces es llamada Chronique et proces de la Pucelle d'Orleans, que fue redactada a principios del s. XVI por orden del rey Luis XII († 1515). Esta obra se conserva en el Ms. fr. 518 en la Bibliothèque Municipale d'Orléans y en Ms. fr. 23018 en la Bibliothèque Nationale. Aquí se exalta la figura de Juana y es el primer ejemplo de su conversión en heroína de Francia.
Carta del 9 de noviembre de 1429, de Juana de Arco a los habitantes de Riom. Originalmente la carta, además de su firma, llevaba en el sello de cera un cabello negro (perdido en el s. XIX), una práctica usual en aquel entonces para garantizar la autenticidad.
Aunque en toda época han habido hombres y mujeres que han afirmado recibir visiones y encargos de Dios, en el caso de Juana fue acompañado por una serie de éxitos militares que en un año cambiaron completamente el curso de la guerra y quizás la historia (¿qué hubiese pasado si Francia no hubiese sido una potencia?). Actualmente los estudiosos están de acuerdo en que Juana no simplemente se limitaba a llevar el estandarte y arengar a las tropas, sino que impuso a los generales su criterio estratégico (uso masivo de la artillería, ataques directos, rápidos y sucesivos).
Mientras toda Europa contemplaba atónita estos hechos, su afirmación de tener visiones y voces celestiales, que era visto como un signo de santidad por sus seguidores, también le atrajeron la acusación, por parte de sus enemigos, de pacto con el demonio y brujería. Finalmente cuando cayó en manos de los ingleses (que pagaron por ella la exorbitante suma de 10,000 libras, valiendo un caballo 10-12 francos), sus jueces la condenaron alegando que era una hereje contumaz. En 1909 fue canonizada por la Iglesia católica.
A continuación podemos leer un breve relato de la historia de Juana, en la pluma del famoso teólogo Johannes Nider, que escribió pocos años después de su muerte, siguiendo la versión oficial inglesa.

Además recientemente, hace menos de diez años, hubo en Francia una doncella, que antes mencioné, de nombre Juana, famosa, según se decía, tanto por su espíritu profético como por el poder de [hacer] milagros.
[p. 223] Fuit preterea infra decem annorum spacia nouiter in Francia quedam de qua premisi uirgo Iohanna nomine, tam prophetico spiritu quam miraculorum potestate, ut putabatur, clarens.
En verdad ella siempre usaba ropa varonil, y ninguno de las argumentos de los doctores pudo convencerla para que las depusiera y llevase ropas femeninas, sobre todo ya que abiertamente proclamaba que era mujer y virgen.
Hec enim ueste uirili semper utebatur: nec ullis doctorum quorumcumque persuasionibus emolliri potuit ut tales deponeret uestes, femineis contenta, presertim cum se palam uirginem et feminam esse protestaretur.
"Con esta ropa varonil, dijo, que es signo de la futura victoria, para predicar con la palabra y con presencia, he sido enviada por Dios para ayudar a Carlos el verdadero rey de los franceses y afianzarlo en su reino, del cual el rey de Inglaterra y el duque de Borgoña se esfuerzan en expulsarlo".
Sub hoc, inquit, habitu uirili in signum future uictorie, ut uerbo predicam et habitu, a Deo missa sum iuuare uerum francorum regem Karolum et in suo firmare regno, a quo eum fugare nituntur rex Anglie et dux Burgundie.
En verdad por entonces ellos, que estaban aliados, oprimían a la vez gravemente a Francia con masacres y guerras. Así pues Juana cabalgaba asiduamente con su señor como un caballero, predecía muchas cosas futuras y favorables, participaba en algunas victorias militares, y realizaba otras muchas maravillas de las que se asombraba no solo Francia sino todos los reinos cristianos.
Protunc enim hii, iuncti, [p. 224] mutuo cedibus et armis Franciam premebant gravissime. Igitur cum suo domino Iohanna continue uelut miles equitabat, futura et fausta multa predicebat: uictoriis bellicis quibusdam intererat. Et alia mira talia perpetrabat, de quibus nedum Francia sed omnia christianorum regna stupebant.
Finalmente a tanta arrogancia llegó Juana que, aún no conseguida Francia, ya lanzaba amenazas por carta a Bohemia, donde entonces había una gran cantidad de herejes.
Ad tantam denique presumptionem uenit Iohanna ut nondum adepta Francia, iam bohemis, ubi hereticorum multitudo tunc fuit, minas intentabat per litteras.
Desde entonces dudaban los seglares y los eclesiásticos regulares y monásticos qué clase de espíritu la regía, diabólico o divino. Así pues algunos varones eruditísimos escribieron opúsculos sobre ella, en los cuales opinaron sobre la doncella no sólo de modo distinto, sino incluso contradictorio.
Dubitabant exinde seculares et ecclesiastici regulares et monastici quo spiritu regeretur dyabolico an diuino. Scripserunt proinde quidam uiri litteratissimi tractatus eius ex parte, in quibus non modo diuersa sed eciam aduersa de uirgine senserunt.
Pero después de haber ayudado mucho al rey Carlos y consolidado su reino por unos años, finalmente por voluntad divina (según se cree) fue capturada por el ejército inglés y encarcelada.
Postquam autem regem Karolum in multis iuuisset et firmasset regno annis quibusdam, demum nutu (ut creditur) diuino per anglicorum armatam capta est et incarcerata.
Habiéndose llamado y convocado una gran cantidad de maestros tanto de derecho divino como secular, fue interrogada varios días. Y tal como lo escuché del maestro Nicolaus Amici, licenciado en teología, el cual fue delegado de la Universidad de París, al final ella confesó que tenía trato con un ángel de Dios, el cual a juicio de los varones más eruditos se consideró, a partir de muchos indicios y pruebas, que era un espíritu maligno por medio del cual ella actuaba como maga y dejaron que a través de la autoridad secular sea consumida por el fuego.
Accersitis autem et uocatis in magna multitudine magistris tam diuini quam humani iuris multis diebus examinata est. Et prout a magistro Nicolao Amici licenciato in theologia audiui qui ambasiator fuit Uniuersitatis parisiensis tandem ipsam fassa est se habere familiarem Dei angelum, quod iudicio litteratissimorum uirorum iudicatus est esse malignus spiritus ex multis coniecturis et probationibus per quem spiritum uelut magam effectam ipsam ignibus per publicam iusticiam consumi permiserunt.
Y conforme a este relato, el rey de Inglaterra refirió la historia ampliamente por escrito a nuestro emperador Segismundo
Et prout de hac historia rex Anglie nostro imperatori Sigismundo satis late scriptotenus historiam innotuit.

Johannes Nider, Formicarius, 5, 8 (Cologne, Johann Guldenschaff, hacia 1480) p. 223 - 224.

El libro V del Formicarius de Johannes Nider está en mi Librería Medieval.

lunes, 17 de diciembre de 2012

El cronista de Isabel regina Castellae et Legionis


La exitosa serie de TVE "Isabel" (protagonizada por Michelle Jenner) ha conseguido atraer la curiosidad pública hacia los personajes y las intrigas políticas de la Península en el s. XV. Naturalmente tal suceso no podía pasar desapercibido para nuestro blog de latín, pues aunque existen numerosos escritos en castellano de historiadores de la época, sin duda entre las obras más importantes y seguramente la menos conocida se encuentran la Gesta Hispaniensia (Décadas) escrita en latín por el notable humanista español Alfonso de Palencia (1424 - 1492).
Su obra está dividida en 4 partes (que él llama decas), cada una consta de 10 libros, que a su vez están divididos en 10 capítulos cada uno, pero de la Década IV sólo nos ha llegado hasta el cuarto libro.
Su testimonio es de gran valor porque primero fue secretario y cronista de Alfonso IV entre 1456 - 1468. De él se apartó cuando se declaró partidario del infante Alfonso, tras cuya muerte se integró en el círculo de partidarios de Isabel, trabajando activamente por su causa. Tras la coronación de Isabel desempeño el cargo de cronista y diversas misiones hasta que en 1480 se apartó de la corte.
Se trata pues de un testigo privilegiado que no sólo presenció sino también participó en muchos de los acontecimientos que relata. Además Palencia escribió esta obra cuando ya estaba fuera de la Corte y con el firme propósito de mostrar los hechos y personajes sin el maquillaje de los escritores cortesanos y aduladores, tal como él mismo nos dice en el Prólogo de su obra [p.1-b]:

... pero un aguijón no leve me empuja a escribir, cuando veo encumbrados por príncipes indignos a viles aduladores, que con la pluma se esfuerzan igualmente por ensalzar con loas lo ínfimo y ocultar con colorete las infamias, que de palabra reconocieron dignas de condena, o las relatan con disimulo.
... vero superaddit ad scribendum irritatio haud lenta, quum videam subductos a Principibus indignissimis assentatores pravos, qui nihilominus calamo nitantur cum laudibus efferre infima turpiaque celare fuco, quam verbo vituperanda comprobarunt vel dissimulatione texerunt.
Pero yo me encargaré de suprimir esa clase de corrupciones con la verdad misma.
Quod quidem perversionis genus ipsa veritate abolendum curabo.

De hecho, aunque los historiadores de la época tomaron su obra como principal fuente para los años de conflicto entre Enrique IV y su hermanastra Isabel, sin embargo por su atrevimiento en denunciar a los más poderosos, su obra fue relegada al olvido y recién en el s. XX ha comenzado su estudio científico. Por desgracia, de esta obra maestra sólo se conservan pocos ejemplares antiguos, y los que pueden consultarse on line en la Biblioteca Digital del Patrimonio Iberoamericano, no son los testimonios más importantes.
Ediciones críticas del texto latino y con traducción al castellano sólo existen de la Década IV (José López del Toro († 1972), 2 volúmenes publicados en1971 y 1974 por la Real Academia de la Historia. Y la edición de la Primera Década por Brian Tate († 2011) y Jeremy Lawrance, publicado en 2 volúmenes en 1999 por la Real Academia de la Historia.
"La Virgen de la mosca" (finales del. s. XV, en la colegiata de s. María la Mayor, Toro, Zamora). Se piensa que la joven a los pies de la Virgen representa a la reina Isabel. Se atribuye al pintor Michael Sittow († 1525), que trabajó en la corte española.
A continuación les presento unos fragmentos de la Segunda Década, en los que Palencia relata la coronación de Isabel, en la cual él participó. El texto latino está tomado del Manuscrito 1636 (entre el s. XVI - XVII) de la Biblioteca Nacional de España. Este manuscrito es el único on line que contiene completo el capítulo del que extraigo el fragmento, pues el Mss 1741 (anno 1774) sólo contiene un resumen fragmentado. Lamentablemente la caligrafía del copista del Mss 1636 es bastante descuidada, por lo cual he omitido algunas secciones en las que no estaba seguro del tenor del texto.

Capítulo Décimo.
Aviso de la repentina muerte del rey Enrique, cuarto con este nombre en los reinos de Castilla y León. Y la repentina entronización de la reina Isabel.
Caput Decimum.
Repentinae denuntiatio mortis Henrrici regis quarti huius nominis in regnis Castellae et Legionis. Et reginae Elizabeth repentina sublimatio.
[....]    a la hora tercia después que expiró Enrique lo hicieron saber al arzobispo, el cual de inmediato envió una carta al rey Fernando, que estaba en Zaragoza. A la reina otros se apresuraron a informarle.  [...]
[.....] hora tertia postquam expirauit Henrricus certiorem facerent archipraesulem, qui continuo literas dedit ad regem Fernandum Cesaraugustae permanente. Ad reginam alii certiorem reddendam festinarunt. [....]
Se erigió en la plaza un estrado elevado que la multitud rodeaba por todos lados de modo que los nobles estaban por todas partes rodeados de la multitud. Y de allí, después de la ceremonia fúnebre con ropa de luto, apareció de improviso la reina, ceñida con vestidos preciosísimos, relucientes de gemas y oro, con la gracia de una belleza floreciente, por la que se reconoce a una persona insigne.
Erecta est in foro tabulata celsa quae strues circumspecta quodlibet ex latere ut undique principales essent circumstanti multitudine prospectens. Exindeque post funebres ceremonias maestitiae habitu, apparet repente regina amicta uestibus praeciossisimis, gemmis auroque fulgentibus, augente decorem pulchritudine, qua noscebatur insignis.
Al mismo tiempo resonó el clamor de trompetas con añafiles, tambores e instrumentos de diverso sonido.
Tubarumque clangor personabat simul cum tibiis, tympanis et instrumentorum sonoritate diuersa.
A continuación en voz alta se hizo a la nobleza y a todo el pueblo las proclamas a la entronización de la ilustrísima reina Isabel. Luego ella se dirigió hacia la iglesia, cabalgando un caballo decorado con arreos y aparejos, yendo delante una comitiva de nobles y detrás la muchedumbre del pueblo.
Subsequitur uox alta feci alium pronuntiantium nobilitati atque omni populo sublimationem illustrissimae Elizabet reginae. Deinde incedit ecclesiam uersus, uecta [p.383-a] equo faleris ephigiisque ornato, praecedente commitiua nobilium atque subsequente multitudine uulgi.
Y para indicar el poderío de la reina, [....] la precedía solo el caballero Gutiérrez de Cárdenas, llevando en la diestra una espada en alto con la parte de la punta oculta en la vaina, de modo que todos viesen la empuñadura, y de ahí según la costumbre española, todos, incluso los más lejanos, supieron que ella podía castigar a los criminales con potestad regia.
Et ad indicandam reginae potentiam, [....], praecedebat eam eques tantum Gutierrez de Cardenas dextera ensem a parte cuspidis abditae uagina ferens in sublimis, ita capulum omnes intuerentur, eoque more hispano cuncti, etiam remotiores adesse, eam scirent quae punire sontes regia cum auctoritate posset.
[....] murmuraban muchos varones leales y no ignorantes, porque aquella mujer neciamente quería ostentar, como si fuesen suyos, las insignias del marido; pero [....] a estos les decían que era legal lo que hacía, porque la herencia de los reinos de ningún modo pertenecía al rey Fernando sino solo a la reina Isabel.
[....] insusurrabant plerique bonae mentis uiri haud ignari quia stolide haec mulier ostentari uellet praesse, fore sui, insignia mariti; sed [....] his dicentium, recte id factum, quod hereditas regnorum minime regi Fernando sed solummodo reginae Elizabet pertineret.
Alfonso de Palencia, Gesta Hispaniensia, Decas II, liber XX, cap. 10 (Mss 1636, p. 382a - 383a).


miércoles, 28 de noviembre de 2012

Una historia medieval

En la Historia Karoli Magni, según la versión del Codex Calixtinus, encontramos un rico folclore medieval de Francia y algo del norte de España. El autor sin duda fue un monje: eso lo notamos en la insistencia en extraer lecciones morales de sus relatos: no sólo quiere entretener a sus lectores con relatos heroicos  sino también quiere edificarlos como buenos cristianos. De su relato también podemos deducir que era benedictino, francés y probablemente que nunca llegó hasta Santiago de Compostela: siempre habla elogiosamente de los galos, de hecho el héroe de su relato es Carlomagno, siente gran aprecio por la abadía de saint-Denis de París, los detalles que ofrece suelen ser de lugares del camino de Santiago donde hay abadías benedictinas, no contiene ninguna descripción de Compostela, etc. En el mejor de los casos quizás realizó una parte del camino de Santiago y completó el resto del relato, cual Julio Verne medieval, a partir de los relatos recogidos por otros compañeros monjes y las populares canciones de los trovadores acerca de Carlomagno y Rolando.
Un ejemplo de ese folclore medieval lo tenemos en el relato De exemplo elemosinae mortui. Una de las principales fuentes de ingresos económicos para el clero eran los testamentos: aterrorizados ante la proximidad de la muerte, y convenientemente azuzados por frailes y confesores, muchos moribundos dejaban sus bienes a la Iglesia, en concepto de sufragios por su alma. Sin embargo todos estos esfuerzos muchas veces caían en saco roto porque no todos llegaban a poner por escrito su última voluntad y los herederos solían mostrarse poco dispuestos a soltar la imprevista ganancia. Aunque el confesor supiese cuál era la última voluntad del difunto, tenía que contemplar impotente cómo los herederos se lo llevaban todo. ¿Cómo solucionar esto? Con el relato de un caso ejemplar.
 
Monjes orando ante un féretro. Libro de las Horas de Isabella Chiaromonte (finales del s. XV). Ms Typ 0463, fol. 97, en Harvard University, Cambridge.

VII. Un caso sobre la limosna para los difuntos.
VII. De exemplo elemosine mortui
Pero debemos relatar un caso muy ejemplar que entonces el Señor se dignó mostrar a todos nosotros sobre los que injustamente retienen las limosnas para los difuntos.
Set quale exemplum Dominus tunc nobis omnibus ostendere dignatus est de his qui mortuorum elemosinas iniuste retinent, nobis est dicendum.
Pues estando acampado el ejército de Carlos en Bayona, una ciudad de los vascos, un soldado de nombre Romaricus, estando muy enfermo, próximo a morir, recibida la confesión y la eucaristía del sacerdote, ordenó a un pariente suyo que vendiese un caballo que tenía y que el dinero lo distribuyese entre los clérigos y los pobres.
Cum igitur apud Bayonam, urbem basclorum, Karoli exercitus hospitatus esset, miles quidam nomine Romaricus, valde aegrotus, morti proximus, accepta poenitencia et eucaristia a sacerdote, ut equum quem habebat venderet preciumque clericis et egenis erogaret, cuidam consanguineo suo praecepit.
Muerto éste, aquel pariente, llevado por el aguijón de la ambición, vendió el caballo por 100 sólidos, y rápidamente gastó el dinero en comida, bebida y ropa. Pero ya que el castigo del Juez divino suele suceder a las malas acciones, pasados 30 días, por la noche, en sueños, se le apareció el muerto diciendo: "Puesto que te encomendé dar en limosna mis bienes por la redención de mi alma, has de saber que el Señor me perdonó todos mis delitos, pero ya que injustamente retuviste mi limosna, haz de saber que por 30 días fui retenido en las penas infernales; pero que sepas que tú serás puesto el día de mañana en el mismo lugar infernal de donde he salido, y yo me sentaré en el Paraíso".
Quo mortuo, consanguineus ille, invidie stimulo tactus, equum C. solidis vendidit, preciumque cibis potibusque vestibus velociter expendidit. Sed quia malis factis divini Iudicis vindicta proxima esse solet, transhactis XXX diebus, apparuit ei nocte, in extasi, mortuus dicens: "Quoniam res meas pro anime meae redempcione in elemosina tibi commendavi ad dandum, scias, omnia crimina mea Deum mihi dimisisse, sed quia iniuste elemosinam meam retinuisti, per triginta dies in tartareis poenis moras me intelligas fecisse; te autem in eodem loco infernali unde egressus sum, die crastina scias ponendum, et me in Paradiso sessurum".
Y así, dichas estas cosas el muerto se retiró y el vivo se despertó tembloroso. El cual, habiendo narrado a todos muy de mañana todo lo que oyó, y mientras todo el ejército hablaba de tal suceso, de improviso en el aire hubo un clamor sobre él, como el rugido de leones, lobos y terneros, y de inmediato fue arrebatado, vivo y sano, de en medio de los circundantes, entre aullidos por los demonios.
His itaque dictis mortuus recessit, vivusque tremefactus evigilavit. Qui cum summo mane narraret cuncta quae audierat, omnibus atque omnis exercitus de tanta re inter se loqueretur, adfuerunt subito clamores super eum in aere, quasi rugitus leonum, luporum et vitulorum et statim de medio circumadstancium a daemonibus in ipsis ululatibus vivus ac sanus rapitur.
¿Qué más pasó? Se le buscó 4 días por montes y valles por soldados a caballo y a pie, y en ninguna parte se le halló. Finalmente, después de 12 días mientras nuestro ejército pasaba por un desierto de la tierra de los navarros y alaveses, se encontró su cuerpo muerto y despedazado, en una cumbre rocosa, cuyas faldas se hallan a tres leguas del mar, distante 4 jornadas de la antedicha ciudad.
Quid plura? Quaeritur quatuor diebus per montes et valles ab equitibus et peditibus, et nusquam invenitur. Denique cum post duodecim dies exercitus noster per deserta telluris navarrorum et alavarum peragrasset, repperit corpus eius exanimatum ac confractum in cuisdam silicis fastigio, cuius ascensus tribus leugis habebatur supra mare, distans a praefata urbe IIII dietis.
En verdad los demonios arrojaron su cuerpo y se llevaron su alma al infierno. Por eso, los que injustamente retienen las limosnas de los difuntos, que se les encomendó entregar, sepan que se condenarán para siempre.
Daemones vero eius corpus eiecerant, animamque ad tartara rapuerant. Quapropter sciant qui mortuorum elemosinas sibi ad dandum comendatas iniuste retinent, se dampnandos in aevum.


 

Esta obra completa puedes adquirirla en mi Librería Medieval.





jueves, 15 de noviembre de 2012

Oraciones en latín: Pronunciación


Cuando surgieron las primeras comunidades cristianas no existía un "idioma oficial" para la liturgia y devociones. Siendo el latín y el griego las lenguas predominantes en el territorio donde se extendió, estas lenguas también predominaron en la Iglesia, con un cierto predominio del griego, pues en esa lengua se escribió el Nuevo Testamento y la gran mayoría de escritos de los primeros Padres de la Iglesia y Concilios. Sin embargo en estos primeros siglos también existió liturgia en sirio, copto, y otros lenguas regionales.
A partir del s. VII, en parte por la expansión del Islam en Asia y el norte de África, en parte por los conflictos de autoridad entre Roma y Constantinopla, que culminarán en el cisma de Oriente (1054), poco a poco el latín fue quedando como la única lengua dominante en la liturgia, en la teología y documentos oficiales de la Iglesia católica.
El conflicto con las Iglesias protestantes en el s. XVI provocó que la Iglesia asumiese algunas posturas rígidas como que la Vulgata era la única traducción de la Biblia que podían leer los católicos, y que el misal romano (según la reforma de Pío V) debía ser el único que debía usarse en la liturgia católica (con pequeñas excepciones).
Aunque esto favoreció en cierto modo el uso del latín, por otro lado, con el paso de los siglos y el auge de las lenguas nacionales, fue creándose entre muchos la sensación de algo artificial, anticuado e incomprensible, y fue detestado como todas las cosas que se cumplen por mera imposición. Por eso cuando en la segunda mitad del s. XX se realizó la reforma litúrgica del Vaticano II, el latín fue una de las infortunadas víctimas. Actualmente se busca una visión más ecuánime, teniendo en cuenta que, ante todo, el latín es la llave de siglos de cultura: filosofía, derecho, historia, y también teología y liturgia. De hecho hace poco el actual Papa ha recordado su importancia y su deseo de impulsar su estudio (Motu proprio "Latina Lingua", 10 nov. 2012).
Grabado xilográfico de un "blockbuch" del Canticum Canticorum (hacia 1465), en la Hofbibliothek en Aschaffenburg (Alemania), Inc. 160. El cristianismo solía aplicar este libro del A.T. a la Virgen María.
Aunque pensando en los cultores de la música coral ya he escrito varios artículos sobre la pronunciación de varios himnos religiosos, ahora, atendiendo al interés de muchos lectores de este blog sobre la pronunciación de oraciones en latín, quiero suplir ese vacío.
Siendo esta materia casi infinita, he seleccionado solo aquellas oraciones más populares. Pero ya que la extensión de tal tarea es impropia para un blog, la versión larga la adjunto en el siguiente archivo PDF (actualizado y ampliado el 12/03/2022): pdf-oraciones
Ahí el lector interesado encontrará: Signum crucis, Pater noster, Ave Maria, Gloria Patri, Angele Dei, Actus contritionis, Salve Regina, Memorare, Sub tuum praesidium, Angelus, Regina caeli, Anima Christi, Sancte Michael archangele, Confiteor Deo, Symbolum apostolorum, Gloria in excelsis, el Credo niceno-constantinopolitano, el Rosarium Virginis Mariae y las letanías lauretanas.
Y para ilustrar este artículo a continuación podemos ver dos hermosos himnos latinos en honor de la Virgen María: Salve Regina y la antiquísima Sub tuum praesidium.
En la primera columna va el texto latino, en la segunda la pronunciación y en el tercero una traducción, que a veces se aparta de la versión "oficial": con ella simplemente pretendo que el lector comprenda cabalmente el texto latino. También por ese motivo trato de mantener la correlación línea por línea entre ambos textos.

Salve Regina
Salve, Regina,
Mater misericordiae,
vita, dulcedo
et spes nostra, salve.
Ad te clamamus,
exsules filii Evae.
Ad te suspiramus
gementes et flentes
in hac lacrimarum valle.
Sal-ve,  Re-yi-na,
Ma-ter  mi-se-ri-cor-die,
vi-ta,  dul-che-do
et   spes  nos-tra,  sal-ve.
Ad  te   cla-ma-mus,
ex-su-les  fi-li-i   E-ve.
Ad   te  sus-pi-ra-mus
ye-men-tes  et  flen-tes
in hac  la-cri-ma-rum  val-le.
¡Salve, oh Reina!
Madre de misericordia,
vida, dulzura
y esperanza nuestra ¡salve!
A ti clamamos,
los exiliados hijos de Eva.
A ti suspiramos,
gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Eia ergo, advocáta nostra,
illos tuos misericórdes óculos
ad nos convérte.
Et Iesum
benedictum fructum ventris tui,
nobis, post hoc exsilium,
ostende.
E-ia er-go, ad-vo-ca-ta nos-tra,
il-los tu-os mi-se-ri-cor-des o-cu-los
ad nos con-ver-te.
Et Ye-sum
be-ne-dic-tum fruc-tum ven-tris tu-i,
no-bis, post hoc eks-si-lium,
os-ten-de.
Ea, pues, abogada nuestra,
esos tus ojos misericordiosos
vuélvelos hacia nosotros.
Y a Jesús,
fruto bendito de tu vientre,
después de este exilio
muéstranoslo.
O clemens, o pia,
o dulcis Virgo Maria!
O   cle-mens, o pi-a,
dul-chis Vir-go Ma-ri-a!
¡Oh clemente! ¡Oh piadosa!
¡Oh dulce Virgen María!


Sub tuum praesidium
Sub tuum praesidium
confugimus,
sancta Dei Genetrix.
Sub tu-um pre-si-dium
con-fu-yi-mus,
sanc-ta Dei Ye-ne-triks.
Bajo tu protección
nos refugiamos
santa Madre de Dios.
Nostras deprecationes
ne despicias
in necessitatibus nostris,
sed a periculis cunctis
libera nos semper,
Virgo gloriosa et benedicta.
Nos-tras de-pre-cad-sio-nes
ne des-pi-chias
in ne-ches-si-ta-ti-bus nos-tris,
sed a pe-ri-cu-lis cunc-tis
li-be-ra nos sem-per,
Vir-go glo-rio-sa et be-ne-dic-ta.
Nuestras súplicas
no desprecies
en nuestras necesidades,
sino que de todos los peligros
líbranos siempre,
Virgen gloriosa y bendita.




sábado, 10 de noviembre de 2012

De William Wallace a Braveheart



[Nota 06/01/2020: Cuando escribí esta entrada en el 2012 no tenía disponible ningún manuscrito del Scotichronicon, la mejor fuente sobre el héroe escocés, sino solo una edición del s. XVIII. Pero a finales del 2019 supe que estaba digitalizado el mejor manuscrito del Scotichronicon y he vuelto a editar los fragmentos que había publicado en mi web Magister Humanitatis, añadiendo otros nuevos. Con tal motivo también he añadido un nuevo texto a esta entrada del blog, sobre la ejecución de Wallace, a la vez que os invito a releer la vida de este héroe escocés].

Prefacio de Bower al Scotichronicon.
Cambridge, Corpus Christi College Ms 171

 El afamado film Braveheart (Mel Gibson, 1995, 5 veces ganador del Oscar) popularizó en todo el mundo la figura del héroe escocés William Wallace ( 1305). También se ha escrito bastante respecto a los errores históricos que contiene la película, como el hecho que los escoceses en esa época no usaban la "falda escocesa" (el scottisch kilt no se introdujo hasta el s. XVI y su forma actual es de principios del s. XVIII) o que la victoria de Wallace en el puente de Stirling en la película aparece ambientada en un lugar con unas características completamente diferentes.
Es sabido que el guionista Randal Wallace (aparte sus propios errores) se inspiró principalmente en los relatos del poeta escocés llamado Hary (o Blind Harry o Henry the Minstrel) que compuso una larga epopeya en verso conocida como The Wallace, escrita en inglés medieval hacia el año 1485, en la cual se exalta la figura y hazañas de Wallace y de forma ficticia se "completa" muchos datos biográficos, anécdotas y dichos de su héroe. Por ejemplo allí se narra que Wallace tuvo un encuentro con la esposa del rey inglés Eduardo I, para rogarle que no siguiese devastando Inglaterra, pero la primera esposa del rey había muerto en 1290 y la segunda, Margarita de Francia, no llegó a Inglaterra hasta 1299, cuando Wallace ya había sido militarmente derrotado. Y en el film, de un modo absolutamente injustificado, se dice que fue Isabel de Francia (ella tendría dos años cuando estalló la revuelta de Wallace) la esposa del hijo del rey, la que se encuentra con Wallace.
Una forma de tener una idea históricamente más exacta de William Wallace es acercarnos a los textos de los escritores más antiguos. Muchos escribieron sobre este personaje, pero de los que escribieron en latín destaca el escocés autor del Scotichronicon, en el cual naturalmente se presenta a Wallace bajo una luz favorable, pero lejos de las fantasías del The Wallace de Hary. A continuación podemos leer algunos fragmentos en los que se relatan los inicios de la revuelta.
Vidriera representando a William Wallace. Obra de Alexander Ballantine ( 1906), en el Wallace Monument, Stirling, Escocia.

Joannis de Fordun, Scotichronicon, cum supplementis Walteri Boweri, lib. 11, cap. 28 (Cura: Walterius Goodall, Edimburgi 1759, vol. 2, p. 169 ss)
Ese mismo año, surgió aquel ínclito guerrero William Wallace, martillo y flagelo de los ingleses, hijo de un noble caballero del mismo nombre; y al ver la aflicción de su gente y las tierras de los escoceses puestas en manos de los enemigos, su corazón se ensombreció y entristeció mucho.
Eodem anno, inclitus ille bellator Willelmus Wallace, anglicorum malleus et flagellum, filius nobilis militis eiusdem nominis, caput levavit; et videns contritionem gentis suae et possessiones scotorum datas in manus inimicorum, emarcuit cor eius et condoluit valde.
En verdad él era alto de estatura, gigantesco de cuerpo, de rostro sereno, de expresión jovial, de piernas largas, de huesos grandes, de vientre normal, de flancos recto, de aspecto agradable pero de mirada feroz; ancho de cintura, de brazos y rodillas vigoroso; campeón valerosísimo y en todos sus miembros fortísimo y robusto.
Erat enim statura procerus, corpore giganteus, facie serenus, vultu iocundus, humeris latus, ossibus grossus, ventre congruus, lateribus protelus, aspectu gratus, sed visu ferus; renibus amplus, brachiis et cruribus vigorosus; pugil acerrimus; et omnibus artubus fortissimus et compactus.
Él, casi al principio de su lucha, mató en la villa de Lanark al vizconde de Lanark, William de Hesliope, inglés, hombre resuelto en armas y valeroso soldado. Así pues desde aquel entonces como abejas al panal se le juntaron todos los que estaban con el alma triste y oprimidos por el peso de la servidumbre bajo la intolerable férula de la dominación inglesa. Y fue hecho jefe de ellos.
Hic, quasi in principio militiae suae, vicecomitem de Lanark Willelmus de Hesliope, anglicum, virum strenuum armis et potentem militem, in villa de Lanark interfecit. Ex eo igitur tempore, quasi apes ad examen, congregati sunt ad eum omnes qui erant amaro animo, et oppressi pondere servitutis sub intolerabili principatu anglicanae dominationis. Et factus est eorum dux.
Así pues, la fama de William Wallace, difundida por todas partes, llegó hasta los oídos del rey de Inglaterra, proclamando el daño causado a los suyos, el cual, ocupado en otro lugar con otros arduos asuntos, envió a su tesorero Hugh de Cressingham con gran poderío para reprimir la audacia de William y someter el reino de Escocia.
Fama igitur Willelmi Wallace, ubique ventilata, tandem ad aures regis Angliae, proclamante damno suis illato, pervenit, qui arduis negotiis alibi multipliciter intentus, suum thesaurarium Hugonem de Cressinghame, cum magna potentia, ad reprimendam ipsius Willelmi audaciam, et regnum Scotiae sibi subiugandum, destinavit.
Así pues, conocida la llegada de tantos hombres armados, el antedicho William, entonces ocupado en el asedio de los ingleses que estaban en el fortín de Dundé, encomendado el cuidado y dirección del asedio del fortín de esa villa a los aldeanos, bajo pena de pérdida de la vida y los miembros, salió con su ejército a toda prisa hacia Stirling al encuentro de Hugh. Y habiéndose entablado una dura batalla junto al puente de Stirling, en el tercer día antes de los idus de septiembre del año del Señor de 1297, el mismo Hugh de Cressingham murió y todo su ejército fue puesto en fuga. Habiendo algunos de ellos muerto por espada, otros capturados, otros ahogados en las aguas, pero todos vencidos con la ayuda de Dios, el antedicho William, con no pequeña gloria, alcanzó una brillante victoria. Del bando de los suyos, de entre los nobles de Escocia, solo Andrew of Moray, padre del noble Andrew, habiendo sido herido, murió.
Audito igitur tanti viri cum armata manu adventu, praedictus Willelmus, tunc circa obsessionem anglicorum in castro de Dundé existentium occupatus, statim, commissa cura et diligentia obsessionis castri eiusdem villae burgensibus, sub poena amissionis vitae et membrorum, cum suo exercitu sub omni festinatione versus Strivelyne, eidem Hugoni obvius processit. Et gravi bello commisso, apud pontem de Strivelyne, tertio idus septembris anno Domini millesimo ducentesimo nonagesimo septimo, idem Hugo de Cressinghame interfectus est, et cunctus eius exercitus, in fugam conversus. Aliis ex ipsis gladiis iugulatis, aliis captis, aliis aquis submersis, sed cunctis Dei virtute superatis, praedictus Willelmus, cum laude non modica, felici potitus est victoria. Ex cuius parte de numero nobilium Scotiae solus Andreas de Moravia, pater Andreae nobilis, vulneratus occubuit.

Si quieres leer el relato completo de los capítulos referidos a William Wallace en mi nueva edición, puedes hacerlo descargando el PDF en :
https://sites.google.com/site/magisterhumanitatis/historia-medieval/scotichronicon


Tanto temor infundió Wallace a los ingleses, que con rabioso ahínco el rey de Inglaterra lo persiguió incluso después que Wallace renunció al cargo de "Guardián de Escocia". Finalmente por medio de una traición el rey Eduardo I pudo capturarlo y realizar su venganza con demencial crueldad. Fue en Londres, un 23 de agosto de 1305. Un cronista inglés contemporáneo nos ha dejado la maligna caricatura que se trazaba de su persona y la descripción de su salvaje ejecución.
Flores historiarum, A.D. 1305, editado por Henry R. Luard, vol. 3, London 1890, p. 123-124.
Cerca de la fiesta de la Asunción de santa María cierto escosés llamado William Wales, hombre sin piedad, ladrón, sacrílego, incendiario y homicida, más salvaje en su crueldad que Herodes, más furioso en su demencia que Nerón, habiendo reunido un ejército de escoseses contra el rey de los ingleses en la batalla de Falkirk y viendo que no iba a poder resistir a tan poderoso ejército, dijo a los escoceses: "He aquí que os traje al corro: saltad o bailad lo mejor que sepáis", y huyó de la batalla, dejando que su gente cayese bajo la espada.
Circa festum Assumptionis beatae Mariae quidam scotus dictus Willelmus Waleys, refuga pietatis, praedo, sacrilega, incendiarius et homicida, Herode crudelitate immitior, Nerone vesania debacchatior, dum collegisset exercitum scotorum in bello de Foukirke contra regem anglorum et vidisset quod nequiret resistere tam forti exercitui, ait scotis: "Ecce adduxi vos ad anulum: karolate vel tripudiate ad melius sicut scitis", et aufugit e praelio, populum suum in occisione gladii derelinquens.
Tras innumerables crímenes este hombre del diablo finalmente fue capturado por los ministros del rey y llevado a Londres, pues el rey quiso juzgarlo, y condenado por los más nobles del reino de Inglaterra a una muerte cruelísima pero merecidísima, en la vigilia de san Bartolomé.
Hic vir Belial post innumera flagitia tandem per ministros regis capitur et Londoniis, rege volente de ipso fieri judicium, adducitur, ac per nobiliores regni Angliae in vigilia sancti Bartholomaei morte crudelissima, sed dignissima, condempnatur.
Primero fue llevado por las calles de Londres arrastrado por caballos hasta un patíbulo altísimo que se había fabricado para él, en donde fue colgado con una cuerda y después se le soltó semivivo.
Primo per plateas Londoniae ad caudas equinas tractus usque ad patibulum altissimum sibi fabricatum, quo laqueo suspensus, postea semivivus dimissus.
Luego tras cortarle los genitales y sacarle los intestinos y quemarlos en el fuego, por último se le cortó la cabeza y se dividió el tronco en cuatro partes, se clavó la cabeza en un palo en el puente de Londres, mientras que los cuatro miembros fueron enviados a distintas partes de Escocia.
Deinde abscis[is] genitalibus et evisceratis intestinis ac in ignis crematis, demum absciso capite ac trunco in quatuor partes secto, caput palo super pontem Londoniae affigitur, quadrifida vero membra ad partes Scotiae sunt transmissa.
He aquí el fin de un hombre inmisericorde al que la inmisericordia liquidó así.
Ecce finis immisericordis hominis, quem immisericordia sic finivit.



martes, 30 de octubre de 2012

Robin Hood o Robertus Hode


Al hablar de la Carta Magna y del rey Juan "sin Tierra" es casi inevitable pensar en la historia de Robin Hood, el amable bandido "que roba a los ricos para dar a los pobres".
Aunque históricamente se ha demostrado la existencia de varios personajes de nombre parecido ("Robertus" y su diminutivo "Robin" era un nombre común en esa época), actualmente se piensa que Robin Hood es un personaje ficticio cuya leyenda se fue formando poco a poco a partir de diversos personajes y acontecimientos reales y ficticios. Es un dato seguro que el Juan "sin Tierra" fue un tirano despiadado que llevado por su desmedida avaricia no dudó en cometer todo tipo de abusos contra sus nobles, confiscándoles los bienes y poniéndolos fuera de la ley. Pero incluso después de esos años aciagos, para el pueblo llano las cosas no cambiaron mucho, pues las libertades y seguridades conseguidas por la Carta Magna y sus siguientes ediciones protegían solo los intereses de la nobleza.
El rey Ricardo "Corazón de León" une las manos de Robin y Marion. Placa de bronce en el muro del castillo de Nottingham, obra de James Woodford (1873 - 1976)

En ese contexto ya desde el s. XIII surgen relatos sobre las hazañas de hombres que injustamente han sido puestos fuera de la ley y que dejan en ridículo a los crueles pero ineptos oficiales del rey, así como la presencia de una doncella (Marian) que necesita ser rescatada de un lascivo señor feudal. Se discute hasta que punto la historia del Robin inglés haya sido inspirada en la obra del francés Adam de Halle, Li Gieus de Robin et Marion (1282-3), en la que también un Robin debe liberar a su amada Marian de un malvado noble.
No fue hasta el s. XVII que se formó el personaje tal como hoy lo conocemos: Robin se convirtió en hijo de un conde, maiden Marian en una lady, el botín no fue para misas sino para los pobres y para el papel de "malos" se escogió al rey Juan y al sheriff de Nottingham.
Aunque los relatos más antiguos que han llegado hasta nosotros están en inglés medieval (Robin Hood and the Monk, en un manuscrito del a.1450, Robin Hood and the potter, en un manuscrito hacia el a. 1500), sin embargo aquí quisiera presentar un texto en latín en el que se hace referencia al legendario bandido.
La obra en la que aparece este pasaje merece una pequeña introducción. El clérigo escocés John Fordun († 1387) se impuso la tarea de recopilar toda la historia del reino de Escocia, llegando a escribir 5 libros que abarcan desde los orígenes legendarios hasta la muerte del rey David († 1153). Un sexto libro quedo inconcluso, junto con otros materiales. Esa obra se llamaba Chronica Gentis Scotorum. Un siglo más tarde el abad Walter Bower († 1449), continuó el relato hasta formar un total de 16 libros, hasta el reinado de Roberto I. La obra así modificada e interpolada por Bower es conocida como Scotichronicon.
Pues bien, en uno de los libros añadidos por Bower es donde encontramos una cita en la que el autor asume que Robin Hood se trata de un personaje real que vivió durante el reinado del rey escocés Alejandro III († 1286), poniendo incluso el año 1266 como fecha de inicio de la actividad del héroe de la foresta.
Estatua en bronce de Robin Hood . En los jardines del castillo de Nottingham. Obra de James Woodfort.

Joannis de Fordun, Scotichronicon, cum supplementis Walteri Boweri, lib. 10, cap. 20 (Cura: Walterius Goodall, Edimburgi 1759, vol. 2, p. 104)
Por aquel entonces de entre los desheredados y prófugos surgió y destacó aquel famosísimo bandido Robin Hood y "Little" John con sus compinches, a los cuales el vulgo necio festeja a carcajadas en las comedias y lloroso en las tragedias, y les deleita más que otros romances que recitan juglares y poetas.
Hoc in tempore de exheredatis et bannitis surrexit et caput erexit ille famosissimus sicarius Robertus Hode et Litill-Iohanne cum eorum complicibus, de quibus stolidum vulgus hianter in comoediis et in tragoediis prurienter festum faciunt, et prae ceteris romanciis, mimos et bardanos cantitare delectantur.
Sobre él también recitan alguna [historia] elogiable, tal como se evidencia en el hecho que una vez, en Barnisdale, huyendo de la ira del rey y la rabia del sheriff, mientras escuchaba con devoción la misa, como solía hacer, no quiso interrumpir la celebración por ningún motivo.
De quo etiam quadam commendabilis recitantur, sicut patuit in hoc quod cum ipse quondam in Barnisdale, iram regis et fremitum principis declinans, missam, ut solitus erat, devotissime audiret, nec aliqua necessitate volebat interrumpere officium.
Cierto día, mientras escuchaba la misa, habiendo sido descubierto el secretísimo lugar del bosque donde él oía misa por un alguacil y agentes del rey que antes muchas veces le habían acosado, vinieron a él los suyos que se enteraron para aconsejarle que huyese a toda prisa.
Quadam die cum audiret missam, a quodam vicecomite et ministris regis, eum saepius perprius infestantibus, in illo secretissimo loco nemorali, ubi missae interfuit, exploratus, venientes ad eum qui hoc de suis perceperunt, ut omni annisu fugeret suggesserunt.
A lo cual él se negó rotundamente por reverencia al sacramento que en ese momento estaba venerando devotamente. Pero aunque el resto de los suyos temblaba por miedo a la muerte, Robin mostrando que confiaba solo en Aquél que veneraba, con los pocos que con valor le asistieron, fácilmente derrotó a todos los enemigos juntos, entregó el botín y el rescate de ellos a los ministros de la Iglesia y se propuso de ahí en adelante tener la misa en mayor veneración, confiando en aquel dicho: "Dios atiende al que oye misa con frecuencia".
Quod, ob reverentiam sacramenti quod tunc devotissime venerabatur, omnino facere recusavit. Sed ceteris suis ob metum mortis trepidantibus, Robertus in tantum confisus in eum quem coluit, inveritus, cum paucis qui tunc ei forte affuerunt inimicos congressus eos de facili devicit, et de eorum spoliis ac redemptione dilatus ministros ecclesiae et missas in maiore veneratione semper et de post habere praeelegit, attendens quod dictum est: "hunc Deus exaudit qui missam saepius audit".


viernes, 19 de octubre de 2012

La primera "Carta Magna"


Cuando hablamos de la Constitución de una nación o su Ley fundamental muchas veces suele usarse como sinónimo la expresión "Carta Magna". Este término viene de un documento firmado el año 1215 entre el rey de Inglaterra Juan I, más conocido por su apodo de Juan "sin tierra" (en inglés, John Lackland), y los nobles de su reino. Este documento ha ocupado un lugar importante en la historia porque es uno de los primeros intentos de delimitar los poderes del rey y fijar los derechos de sus súbditos.
Desde 1209, cuando fue excomulgado por el papa Inocencio III, el descontento contra el rey Juan era creciente en todo el reino por los altos impuestos y por la desastrosa guerra contra Francia, lo cual se tradujo en pérdidas de tierras de los nobles ingleses. En 1215 los principales nobles se rebelaron abiertamente contra el rey, con la peculiaridad que no presentaban otro candidato al trono, sino que exigían un documento que les protegiera contra las opresivas medidas del rey. Ante la difícil situación interna y externa el rey se vio obligado a aceptar las demandas de la nobleza secular y eclesiástica.
Una de las 4 copias existentes de la Charter of Liberties de 1215, Cotton MS Augustus II, 106 en The British Library.

Para esto los nobles se inspiraron en la Carta de Libertades (Carta Libertatum o Charter of Liberties), un documento más breve y genérico que en 1100 había sido firmado por Enrique I, comprometiéndose a respetar los derechos de la Iglesia y los nobles, aunque nunca se pasó de las buenas intenciones.
En realidad tampoco la Carta de 1215 fue respetada. A los pocos meses el rey, después de ganarse de nuevo el apoyo del papa Inocencio III, el cual declaró que la Carta era inválida, restableció las hostilidades contra los rebeldes. La muerte de Juan en octubre de 1216 y la ascensión de su hijo Enrique III, de solo 9 años de edad, crearon las bases para una solución. La Carta fue confirmada, aunque con recortes respecto a la original, en 1216 (ésta fue la primera que fue llamada Magna Carta) y en 1225 por Enrique III, y con nuevos recortes y su formato más duradero en 1297 por Eduardo I.
Si quieres leer el texto completo, puedes hacerlo en:
https://sites.google.com/site/magisterhumanitatis/historia-medieval/carta-magna-de-1215
A continuación algunos fragmentos de la Carta firmada en 1215 por Juan "sin tierra".

Juan, por gracia de Dios rey de Inglaterra, Señor de Irlanda, Duque de Normandía, de Aquitania y Conde de Anjou, a los arzobispos, obispos, abades, condes, barones, jueces, gobernadores forestales, sheriff, prepósitos, oficiales y todos sus alguaciles y leales cortesanos, saludos. .......
Johannes Dei gracia rex Anglie, Dominus Hibernie, dux Normannie, Aquitannie et comes Andegavie, archiepiscopis, episcopis, abbatibus, comitibus, baronibus, iusticiariis, forestariis, vicecomitibus, prepositis, ministris et omnibus ballivis et fidelibus suis salutem.  .....
1. Ante todo queremos que lo que hemos concedido y ha sido confirmado por Dios y por nuestra presente carta sea cumplido por Nos y nuestros herederos para que la Iglesia inglesa sea libre, sus derechos íntegros y sus libertades intactas; ......
También concedemos a todos los hombres libres de nuestro reino, por Nos y nuestros herederos por siempre, todas las libertades abajo citadas, para que las tengan y conserven ellos y sus herederos, de Nos y nuestros herederos.
1. In primis concessisse Deo et hac presenti carta nostra confirmasse, pro nobis et heredibus nostris in perpetuum quod anglicana Ecclesia libera sit, et habeat iura sua integra, et libertates suas illesas, et ita volumus observari; ....
Concessimus eciam omnibus liberis hominibus regni nostri, pro nobis et heredibus nostri in perpetuum, omnes libertates subscriptas, habendas et tenendas eis et heredibus suis, de nobis et heredibus nostris.
2. Si alguno de nuestros condes o barones u otros feudatarios en campos nuestros muriese por servicio militar y al morir su heredero fuese mayor de edad y deba el tributo de sucesión, que tenga su heredad por el antiguo precio; o sea el heredero o herederos de un conde por el completo señorío del condado, cien libras; el heredero o herederos de un barón por un señorío, cien libras; el heredero o herederos de un caballero por todo el feudo de un caballero, cien sólidos como máximo, y el que haya debido menos que dé menos, según la antigua costumbre feudal.
2. Si quis comitum vel baronum nostrorum, sive aliorum tenencium de nobis in capite, per servicium militare mortuus fuerit, et cum decesserit heres suus plene etatis fuerit et relevium debeat, habeat hereditatem suam per antiquum relevium; scilicet heres vel heredes comitis de baronia comitis integra per centum libras; heres vel heredes baronis de baronia per centum libras; heres vel heredes militis de feodo militis integro per centum solidos ad plus; et qui minus debuerit minus det secundum antiquam consuetudinem feodorum.
41. Que todos los mercaderes puedan salir de Inglaterra, entrar en Inglaterra, permanecer y moverse por Inglaterra, a salvo y con seguridad tanto por tierra como por agua, para comprar y vender, sin ningún injusto peaje según las antiguas y justas costumbres, excepto en tiempo de guerra si son de la tierra que guerrea contra Nos; y si tales se hallan en nuestra tierra al estallar la guerra, sean detenidos sin daño a sus cuerpos ni bienes, hasta que se sepa por Nos o por nuestro juez supremo de qué modo son tratados los mercaderes de nuestra tierra, que se hallaban en el país que guerrea contra Nos. Y si los nuestros están a salvo allá, aquéllos también estén a salvo en nuestra tierra.
41. Omnes mercatores habeant salvum et securum exire de Anglia, et venire in Angliam, et morari, et ire per Angliam, tam per terram quam per aquam, ad emendum et vendendum, sine omnibus malis toltis per antiquas et rectas consuetudines, preterquam in tempore gwerre, et si sint de terra contra nos gwerrina; et si tales inveniantur in terra nostra in principio gwerre, attachientur sine dampno corporum et rerum, donec sciatur a nobis vel capitali iusticiario nostro quomodo mercatores terre nostre tractentur, qui tunc invenientur in terra contra nos gwerrina. Et si nostri salvi sint ibi, alii salvi sint in terra nostra.
61. Ya que por Dios y para mejora de nuestro reino y para mejor sosegar la discordia surgida entre Nos y nuestros nobles, hemos concedido todo lo antes dicho, queriendo gozar para siempre de una paz firme e íntegra, les damos y concedemos la siguiente garantía, es decir, que los nobles elijan a los veinticinco nobles del reino que quieran, los cuales con todas sus fuerzas deben cumplir, mantener y hacer cumplir la paz y las libertades que les hemos concedido y que con la presente Carta hemos confirmado. ....
61. Cum autem pro Deo, et ad emendacionem regni nostri, et ad melius sopiendum discordiam inter nos et barones nostros ortam, hec omnia predicta concesserimus, volentes ea integra et firma stabilitate in perpetuum gaudere, facimus et concedimus eis securitatem subscriptam; videlicet quod barones eligant viginti quinque barones de regno quos voluerint, qui debeant pro totis viribus suis observare, tenere et facere observari, pacem et libertates quas eis concessimus et hac presenti carta nostra confirmavimus. ....
62. Y todas las malas voluntades, ofensas y rencores surgidos entre Nos y nuestros súbditos, clérigos y laicos, durante la discordia plenamente perdonamos y condonamos todas. Además todos los delitos hechos con ocasión de tal discordia, desde la Pascua del decimosexto año de nuestro reinado hasta la paz restablecida, plenamente indultamos a todos, clérigos y laicos, y en cuanto a Nos corresponde condonamos plenamente. .......
62. Et omnes malas voluntates, indignaciones, et rancores, ortos inter nos et homines nostros, clericos et laicos, a tempore discordie, plene omnibus remisimus et condonavimus. Preterea omnes transgressiones factas occasione eiusdem discordie, a Pascha anno regni nostri sextodecimo usque ad pacem reformatam, plene remisimus omnibus, clericis et laicis, et quantum ad nos pertinet plene condonavimus. ..........
63. Por eso queremos y firmemente ordenamos que la Iglesia inglesa sea libre y que en nuestro reino los hombres tengan y conserven todas las antedichas libertades, derechos y concesiones, en salud y paz, libre y pacíficamente, plena e íntegramente, para si y para sus herederos, de parte de Nos y nuestros herederos, en todas las cosas y lugares para siempre, tal como se ha dicho. Se ha jurado tanto por nuestra parte como por parte de los nobles, que todo lo antedicho será cumplido de buena fe y sin mala voluntad. Siendo testigos los arriba citados y muchos otros.
63. Quare volumus et firmiter precipimus quod anglicana Ecclesia libera sit et quod homines in regno nostro habeant et teneant omnes prefatas libertates, iura et concessiones, bene et in pace, libere et quiete, plene et integre, sibi et heredibus suis, de nobis et heredibus nostris, in omnibus rebus et locis, in perpetuum, sicut predictum est. Iuratum est autem tam ex parte nostra quam ex parte baronum, quod hec omnia supradicta bona fide et sine malo ingenio observabuntur. Testibus supradictis et multis aliis.
Dado por nuestra mano en el campo llamado Runnymede, entre Windsor y Staines, el día 15 de junio, decimoséptimo de nuestro reinado.
Data per manum nostram in prato quod vocatur Ronimed, inter Windlesoram et Stanes, quinto decimo die iunii, anno regni nostri decimo septimo.

jueves, 11 de octubre de 2012

Lemas latinos en los Estados Unidos de América


Mientras que en Sudamérica se ha dado gran importancia a los escudos de armas, en los Estados Unidos de América, siguiendo la tradición británica, se valoró más el sello (seal) como distintivo de cada ciudad o estado.
La costumbre de llamarlo "Gran Sello" (Great Seal) proviene del hecho que en Inglaterra, desde la época del rey Juan I "sin tierra" ( † 1216), existía un "gran sello" del rey para los asuntos de gobierno y un "sello pequeño o privado" (privy seal) que se usaba para los asuntos privados del soberano.
De todos modos muchas veces estos distintivos que aparecieron como sellos para los documentos oficiales, con el tiempo se han convertido en auténticos escudos de armas. Veamos algunos ejemplos.

Sic semper tyrannis : en el sello del estado de Virginia. El sello fue creado por una comisión en 1776. La frase no pertenece a ningún autor clásico y probablemente fue ideada por el mismo comité (quizás por George Wythe, 1726 - 1806, un destacado jurista y buen conocedor de la literatura clásica), para sintetizar el espíritu de la revolución estadounidense contra la tiranía del rey de Inglaterra. En cambio es muy improbable la conexión entre esta frase y el asesinato de Julio César, pues difícilmente hubiesen comparado la independencia de Inglaterra con la traición de Bruto. La confusión puede provenir por el hecho que John Wilkes, el asesino del presidente Abraham Lincoln, en su diario cita esta frase y compara su acción a la de Bruto.
Aunque el lema no tiene verbo, la ilustración que la acompaña no deja lugar a dudas: Virginia "siempre [tratará] así a los tiranos".

En el sello del estado de Carolina del Norte.
Esse quam videri : este lema fue elegido por el jurista e historiador Walter Clark y fue introducido por el senador Jacob Battle en 1893. La frase está tomada de un pasaje del ensayo De Amicitia, 98, de Cicerón:
Pero yo no hablo ahora sobre la virtud, sino sobre el aparentar virtud.
Ego autem non de virtute nunc loquor, sed de virtutis opinione.
Pues muchos no tanto quieren estar dotados de virtud como aparentarla.
Virtute enim ipsa non tam multi praediti esse quam videri volunt.

En este contexto el lema se traduce: "ser [virtuoso] más que parecer".


El sello del estado de Carolina del Sur, adoptado en 1776, contiene varios lemas creados por la misma comisión. En torno a la palmera:
Animis opibusque parati : "provistos de ánimos y recursos". Hace alusión a la riqueza de la región y a la rapidez con la que allí prendió del movimiento independentista. De hecho Carolina del Sur fue la primera república de América.
Quis separabit : "¿Quién nos separará?". Referida a la unión de los primeros estados confederados. La frase parece paragonar aquella famosa de san Pablo: "Quis nos separabit a caritate Christi? " (Rom 8, 35).
Meliorem lapsa locavit : "Colocó una mejor que la que cayó" : referencia al derrotado régimen monárquico inglés que es suplantado por un gobierno independiente.
Y en torno a la imagen de la Esperanza:
Dum spiro, spero : "Mientras respire, tengo esperanza". La frase recuerda una de Cicerón: "ut aegroto, dum anima est, spes esse dicitur" (Ad Atticum, lib. 9, litt. 10, 3). También recuerda otra de Séneca: "omnia, inquit, homini, dum vivit, speranda sunt". (Ad Lucillium, li. 7, litt. 70, 6).


En el gran sello de los Estados Unidos (great seal of the United States). Este sello tardó 6 años y pasó por tres comités hasta que finalmente en 1782 Charles Thompson estableció sus elementos. Pero el formato actual fue diseñado en 1885 por James H. Whitehouse de Tiffany & Co. que cambió el estilo realista por el heráldico.
En la parte frontal se lee:
E pluribus unum : "Uno [formado] de muchos ". Una alusión a la confederación que formó la nación. La frase pertenece a san Agustín, el cual hablando sobre la amistad dice: "quasi fomitibus flagrare animos et ex pluribus unum facere" (Confesiones, 4, 8). Pero los creadores del sello quizás lo tomaron de un popular revista de la época (Gentlemen's Magazine) que usaba esa frase como lema.
En el reverso hay dos frases:
Annuit coeptis: "aprobó lo que ha comenzado". frase que alude al auxilio de la providencia divina (representada por el ojo en un triángulo) en la lucha por la independencia.
Novus ordo seclorum: "un nuevo orden para el mundo" o "una nueva era". Que está acompañado (al pie de la pirámide) con la inscripción del año de la revolución: 1776, el cual fija el inicio de una nueva era. De hecho saecla (= saecula) no significa solo "siglo" (o sea 100 años), sino también "época", "el mundo" o "la vida del mundo".